Día 45.
Hoy me levanté y, después de prepararme el desayuno para mí solito, cosa bien extraña en este mes y medio, la primera noticia era que ha fallecido Michael Robinson. Un gran tipo. Se echarán en falta sus comentarios en los grandes partidos junto a Carlos Martínez tras tantísimos años oyéndolos juntos. Esto del fútbol es como la política, tengo amigos del Barça que dicen que se les nota que son del Madrid… y amigos merengues que dicen que se les ve el plumero culé. Personalmente, siempre me han parecido una gran pareja en las retransmisiones. Le ponían pasión, cosa importante en cualquier ámbito.
Y así ha comenzado el día 45 de confinamiento. Número muy redondo, no haré bromas con él.
Carol hoy curraba de mañana, con estos turnos y tanto cambio, tengo que estar mirando todos los días su planning para saber de qué trabaja. Mientras tanto, la mañana ha transcurrido con la habitual rutina, recoger cosas en casa. Conectarme al ordenador, mails, gestionar algún pedido. También ha tocado enviar los ejercicios de Pepe a su profe para que evaluara cómo va la cosa con sus tareas. Por cierto, la respuesta ha sido perfecto. Yo no me lo explico, me da a mí que el Pepe de casa no es el Pepe del cole o el de la calle. Bueno, imagino que, en general, será así en muchos casos.
Albóndigas para almorzar. Pepe ha pelado unas patatas para freír. Él siempre pela alguna más de la cuenta y, la cosa es que nunca sobran. Pero claro, al menos yo, me voy rodando al sofá. Estando fregando los platos ha llegado ha llegado Carol, que no había comido. Así que yo he terminado de recoger mientras ella almorzaba. Luego, hoy sí, cafelito en el sofá. Y cabezada, eso también.
Luego ha llegado la comparecencia del Presi para avanzar los planes de lo que denominan como desescalada. ¿Lo del tono al hablar estará estudiado por alguna cabeza pensante o le saldrá con naturalidad? Apuesto porque la B no es la correcta.
En fin, lo importante es que se anuncia que vamos a ir volviendo a recuperar ciertas cosas. Y, casi, la más importante, el 11 de mayo si todo va bien abriremos la librería de nuevo. ¡Deseando!
Amigo diario, casi comienza una cuenta atrás. Si no cambia nada, el próximo 10 de mayo me despediré de ti con un “hasta siempre”. Bueno, quizás no me la juegue, ya lo pensaré pero casi será mejor decirte algo como “espero no volver a verte jamás”.
Después de la rueda de prensa he hecho ejercicio y, antes de darme una ducha, he charlado un rato con mi padre. Como vive en La Línea, aún queda mucho por delante hasta que podamos pasar un día juntos.
Para cenar, el pisto que hicimos ayer. Con un huevo frito encima. Y copita de vino tinto. ¡Qué rico!
Hemos visto el hormiguero mientras te escribo. Y ahora vamos a poner un nuevo capítulo de la serie. Está entretenida, tiene trama y mucho sospechoso de ser el malo.
Así que hoy lo dejo aquí, colega. Un poco más contento esperando que los cambios que se avecinan no tengan que tener nunca un retroceso y todo marche bien.
Buenas noches.