Diario de una alerta.

Día 46.

¡Pedazo de día hoy! Estuve con mi colega en el Kala Kalua, allí sentados junto a la orilla, tomando unos salmonetes de escándalo y un par de cervezas heladas…

Entonces desperté en mi cama, a eso de las 9 y, unos segundos después, fui consciente de que comenzaba el día 46 de alarma.

Eso sí, es cierto que el día amaneció muy bueno, casi de verano. Pero vamos, no influyó mucho en mi mañana. Zumito, café y tostada con jamón serrano para desayunar, lo habitual. Ordenador, mails y banco, lo normal también. Bueno, estando a final de mes, llegan cargos a la cuenta. Así que, lo normal otra vez, mínimos ingresos y costes fijos que van disminuyendo el saldo. En fin, espero que cuando llegue la nueva normalidad esto cambie radicalmente.

Pero bueno, optimismo de autónomos a muerte. Que es miércoles, que mañana jueves es víspera de festivo. Que tenemos un puente por delante con, han dicho, un tiempo maravilloso. Y que el sábado, no sabemos cuándo, cómo ni por dónde, podremos salir a pasear o hacer ejercicio. O a lo mejor si lo sabemos pero yo no me aclaro. Es que con tanta fase, tanto pasito “palante” y pasito “patrás” esto es un cacao. Comentan que mañana publicarán en BOE la normativa y condiciones para llevar estas salidas a cabo. En todo caso, lo mejor es ir día a día, esto también es muy de autónomo.

Porque hoy tenían sesión en el Congreso, estuve tentado de engancharme a ver qué decían sus señorías, pero a los pocos minutos oyendo “pues tú más, pues anda que tú…” me dio por pensar en cómo es posible que con lo que tenemos encima a ninguno de estos señores… y señoras, se les vea algún día mala cara, ojeras o, al menos, pinta de estar cansadillo… o cansadilla. Así que, televisión apagada. En fin, cualquier autónomo sabe a qué me refiero, noches de insomnio por doquier.

Tuve que bajar. Yo alucino con lo de esta urbanización. Da igual que sea mañana, tarde o noche. Que sea día lectivo o festivo. Siempre, siempre, hay coches en doble fila y, casi siempre, alguno sobre uno de los pasos de peatones. Luego nos extrañamos cuando cuatro chalados no saben respetar las normas durante la cuarentena.

Y llegó la hora del almuerzo. Hemos vuelto a comer en el balcón, ya solo daba el sol en un pequeño trozo y hacía una temperatura perfecta. Viendo el mar de fondo y sin oír prácticamente ruido de la calle y de coches resulta muy agradable. Así que si el tiempo va a estar tan bueno como pronostican, comeremos fuera estos próximos días.

Por la tarde no hice mucho, consultar y mirar cosas y normas de seguridad para la librería pensando ya en la próxima reapertura.

Justo antes de cenar hice una video llamada a mi compadre, hemos charlado un rato y he visto a Rebeca bailando con las canciones de los Cantajuegos. En breve, barbacoa… o eso espero.

Carol cenó antes porque se iba a currar. Turno de noche. Luego hemos comido los niños y yo, hemos estado un rato viendo la televisión  y ellos ya se acostaron.

Y aquí ando yo, acabando de contarte mis cosillas de hoy y viendo una serie. Me he puesto “The sinner” a ver qué tal. Con la otra tengo que esperar a Carol, que ya nos hemos enganchado, para verla juntos. Anoche nos chupamos dos capítulos seguidos.

Ea. Buenas noches.

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Autor: Alberto López Barrio

Nací en 1973, el destino nos llevó a San Pedro de Alcántara donde, en julio de 2011, abrimos una librería, Espacio Lector Nobel San Pedro. Ahora comenzamos con este blog que, esperamos, sea punto de encuentro de muchos amigos aficionados a la lectura.

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