Día 48.
Viernes, 1 de mayo. Festivo y número 48 de encierro. Lo del festivo lo mismo da que lo mismo tiene. Lo del 48 va pesando, aunque también es cierto que, viendo que desde ya comenzamos a recuperar cosas, se va viendo con otra perspectiva.
En cualquier caso, ha vuelto a amanecer un día precioso, ya irá siendo lo habitual en esta fecha. Hoy me he levantado en plan señor, sobre las diez. Tiene gracia, celebrar el día del trabajo haciendo el día festivo. Aun así, después del desayuno tocaba sentarse en el ordenador y comprobar algún pedido y, cómo no, mirar el banco, que por mucho festivo que sea, los cargos a primeros de mes no perdonan.
Con la mañana medio lista, me he dedicado a preparar el almuerzo. Hice unas fajitas mejicanas, así que con la ayuda de Pepe, hemos cortado una buena cantidad de cebolla y pimiento, luego troceé la ternera en tiras y le puse la mezcla de especias. Una cerveza bien fría y sus correspondientes tortitas. Por supuesto, en el balcón. De lujo, ¿no?
Carol se levantó poco después de la una, ya hoy está de descanso, así que aprovecharemos mejor el fin de semana, aunque sea en casa.
De momento hemos visto, con el café de cada tarde, un par de capítulos de Broadchurch, al final te enganchas, esta noche veremos el último de la primera temporada… puede que también el primero de la segunda.
Después hemos dedicado un buen rato a corregir deberes de Pepe, me estoy volviendo a poner al día en mates y lengua. Qué merito los profes, ¿no? Y encima no con un alumno, con casi treinta. ¡Pa morirse!
Y ya estamos, sin darnos mucha cuenta, tachando un día más del calendario. Ahora iremos preparando la cena, algún picoteo. No faltará un poco de un queso muy rico que tenemos ahí. Probaremos a ver qué tal se está en la terraza, supongo que ya hará fresco para salir.
Cenaremos en dos tandas hoy. Primero los peques y luego nosotros, mientras ellos ven algo. Imaginaremos que estamos de cenita por ahí, los dos, tranquilamente.
Y mañana, madrugón para salir a correr a primera hora. Intentaré salir sobre las ocho para estar de vuelta temprano. Y, la verdad, para no cruzarme con prácticamente nadie. Será lo mejor no vaya a ser que luego le dé a demasiados por darse unas carreritas y haya más gente que hoy en la clausura de Ifema.
Hablando de esto, últimamente intento mirar lo justo las noticias, quizás sea por eso, pero me da la impresión de que se habla menos de cómo va la pandemia en África y zonas menos desarrrolladas. Serán cosas mías.
Así que vamos a ver ahora el capítulo final de la temporada, a ver quién es el malo. Aunque teniendo en cuenta que hay otras dos temporadas más, igual el malo no es el malo… ya veremos, mejor no saber nada.
En fin, colega. A menos que acabe trasnochando mucho y no haya fuerzas para levantarse, supongo que dedicaré mis primeras líneas de mañana a contarte cómo me fue en mi salida para hacer ejercicio y respirar aire fresco.
Buenas noches.