Diario de una alerta.

Día 62.

Viernes, fin de semana. Próximo lunes pasamos a fase uno. Esto es un jolgorio. Fiesta. Queremos marcha, marcha…

Bromas aparte, cuando comience la próxima semana, el lunes, será el día número 65 y daremos un paso más en nuestras vidas. Un paso más hacia la normalidad y la supuesta libertad. ¿Lo tomaremos con calma y prudencia? Iremos viendo.

En cualquier caso, en estos momentos seguimos en fase cero así que el fin de semana, hay que continuar sin novedad en el frente. Esto de las fases da juego para chascarrillos y memes, desde luego, ahora se especulaba con que algunos lugares no podían pasar a la uno, pero tampoco era plan de quedarse en la cero del todo, así que ha surgido el cero y medio. Sí pero no, como el que pide en la charcutería “cuarto y mitá de chope”, que un cuarto es poquísimo y medio, “una pechá”. En fin, viene a cuento aquello de él que la lleva, la entiende.

Total, hoy Carol madrugó, su inicio de ciclo. Yo dormí hasta las nueve. Me levanté y desayuné con Pepe. No tomé fruta, solo café y tostada. Pepe se preparó un cola cao y le puso una tostada al jamón serrano. Sí, tal como suena, pan al jamón, él es de los que opta por la “pechá”. Desde luego, no puedo esperar otra cosa. Recuerdo cuando salíamos a comer con la familia teniendo yo, más o menos, su edad y después de hartarnos, mi primo y yo pedíamos un pijama de postre, uno para cada, faltaría más. Para endulzar… y decían los padres aquello de que mejor era comprarnos un traje que invitarnos a comer.

Un rato después salía para la librería, hoy me fui diez minutos antes para comprar pan en Fermento antes de abrir. Eso hice, pan calentito, librería abierta y un olorcito que desprendía al pan que poco me falto para pegarle un pellizco y comerme un trozo.

Cerca de las dos, iba camino de vuelta a casa. Mientras me cambiaba, los niños pusieron la mesa. Hemos almorzado pollo al ajillo con un poco de arroz. Sí, también con mucha salsita y sopitas de pan. Así que he acabado de recoger pronto y cuando llegó “la jefa”, yo estaba ya en el sofá con el telediario de fondo y sin prestarle ninguna atención.

La tarde ha ido como todas, sin mucha novedad hasta la rueda de prensa en la que han comunicado el cambio de fase. Buenas noticias, ahora esperemos que todo vaya bien. Este paso va a ser importante para los negocios, ojalá a todos nos vaya genial, al menos, medio bien.

Después de eso, hemos llamado al abuelo y, tras hablar con él, he salido a correr. Justo había comenzado a correr cuando oí una fuerte voz a mi espalda, ya varios metros atrás, Juan Luis me dijo algo sobre ti, diario, que no llegué a oír bien. Así que pudo ser un “killo, que jartible eres con el diario. Estoy deseando que acabe esto para que no escribas más” o, quizás, pudo ser algo como “tío, sigue así que vas camino del Pulitzer”. No sé, seguro que ni tanto, ni tan calvo.

Que siempre lo mejor es la mesura, el término medio. Una gran virtud esta, al menos bajo mi punto de vista. Y con los tiempos que corren mucho más, que se nos está poniendo la cosa de un radical que no te cuento. Cada vez más el personal tiende a los extremos en todas las opiniones y eso es peligroso. ¡Bah! Que diría mi compadre… optimismo, que estamos en puertas de la fase uno. Fernan!!!!! Ve preparando la barbacoa.

Colega, te dejo, que conecto con los colegas vía internet. Cibertertulia a la vista.

Buenas noches.

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Autor: Alberto López Barrio

Nací en 1973, el destino nos llevó a San Pedro de Alcántara donde, en julio de 2011, abrimos una librería, Espacio Lector Nobel San Pedro. Ahora comenzamos con este blog que, esperamos, sea punto de encuentro de muchos amigos aficionados a la lectura.

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